La esencia de un buen profesor: Su inteligencia emocional y su empatía con los demás
Son sensaciones de ternura y alegría las que afloran cuando veo este corto. Es cierto que al comienzo la lástima y la compasión se adueñan del espectador pero todo cambia cuando la inteligencia emocional y la empatía de los compañeros del pequeño erizo consiguen aportar otro color al final de la historia.
De este modo quisiera estrenar este blog con un argumento tan relevante en las aulas como la ocasión lo merece. Me refiero a la importancia del buen empleo de la inteligencia emocional y la empatía en clase, ya sea por parte del docente que de los alumnos.
Howard Gardner, en su modelo “Inteligencias Múltiples” (1985) ya nos hablaba de la inteligencia interpersonal e intrapersonal. Por ello, podemos deducir que la evolución de estos términos se relaciona con la definición de “Inteligencia Emocional”, que Daniel Goleman (1995), conocido psicólogo a nivel global, nos regala con estas palabras: "La Inteligencia Emocional es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones”.
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Como si de una enredadera se tratase, reflexionar sobre estas palabras nos lleva aún más lejos, nos invita a pensar en la inmensa relevancia que sustenta la empatía entre los componentes de la comunidad académica.
Un docente que sepa mirar con los ojos de sus alumnos, escuchar con los oídos de estos y sentir con el corazón de sus aprendientes, como citaba Alfred Adler, podrá conocer y comprender verdaderamente a sus estudiantes, acercarse a ellos y brindarles la libertad de sentirse cómodos en el aula, dejando espacio únicamente al interés y al disfrute del aprendizaje. A veces puede resultar obvio, incluso repetitivo, pero considero que interiorizar estas habilidades y llevarlas a la práctica no es tarea simple y, sin ser conscientes de ello, muchas veces debemos mejorar en este factor pues determina en muchas ocasiones las interacciones dentro de la clase. Como muestra de ello puede ser el caso de un alumno que se limite a responder en clase con una mera palabra a una pregunta abierta. Pero, ¿nos hemos cuestionado cómo se siente con su entorno? ¿Cómo es su cultura? Quizás no se trate únicamente de timidez o desgana...
Así pues, la creatividad siempre será un crucial aliado para un buen profesor. Junto a ella, el docente podrá fomentar el desarrollo de la empatía mediante diversas actividades que, entre otras, nombramos a continuación. ¡Ah! No pensemos exclusivamente en niños, pues hay veces que son los adultos quienes más necesitan desarrollar la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos para trabajar en equipo. Me gustaría recordad que nuestro pequeño erizo crecerá y seguramente, ¡seguirá también con sus clases de español cuando sea mayor!
La mente puede crear un abanico multicolor de actividades, pero a continuación proponemos sólo algunas:
- Los juegos de rol propician especialmente el que un alumno interprete el personaje de otra persona. Con el fin de realizar adecuadamente la tarea, deberán experimentar situaciones diferentes, ajenas a ellos. Quizás, represar el personaje o figura que nunca representarían será lo que más esfuerzo les suponga pero será, a su vez, la actividad que más beneficios y gratitud les aporte.
- La alfabetización emocional en el aula se puede desarrollar sobre todo trabajando en equipo, lo que fuerza a los estudiantes a comunicarse entre ellos, compartir impresiones, debatir y lidiar de manera pacífica con las disputas que puedan surgir. Además, el trabajo en equipo da la posibilidad a sus integrantes de conocerse mejor pues el interés es mayor al remar todos en la misma dirección. La sensación de crear una comunidad fomenta el identificar a cada participante como un ser único y valioso para el grupo, por lo que, por regla general, no será obviado y se moverá al unísono con los demás.
- La reflexión individual y colectiva sobre libros, películas, canciones y otros recursos facilitará que los alumnos abran su mente a nuevas personas, a la diversidad de la gente y a su manera de pensar.
El estudio de la inteligencia emocional y la empatía llevado en el ámbito académico es una materia que se puede dilatar con creces pues aún queda mucho por hacer. Sólo viviendo en la piel de quien tenemos delante conseguiremos crear una sana autoestima social, la cual se traducirá en bienestar y mejores éxitos de nuestros aprendientes. Es en ellos a quienes, como profesores que somos o futuros profesores que seremos, pensamos cuando nos formamos y planificamos las clases por lo que, ¿por qué no hacer un esfuerzo en conocerlos mejor?, ¿sentir como ellos se sienten?
Bibliografía:
Gardner, H. (1985). Frames of mind. The theory of multiple intelligences. New York: Basic Books.
Goleman, D. (1995). Emotional Intelligence: Why It Can Matter More Than IQ. Estados Unidos: Bantam Books.
HSEducación (s.f.). ¿Cómo trabajar la empatía en el aula? Recuperado de: https://www.hseducacion.com/como-trabajar-la-empatia-en-el-aula/#respond
Maestra de Corazón. (22 de enero de 2019). Educar en valores: corto sobre bullying. [Archivo de Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=mcWXvFC45hc
Hola Verónica, me gusta el enfoque que das a tu entrada orientado a la inteligencia emocional y a la empatía como parte esencial de un buen profesor. Me parece interesante la reflexión que propones sobre el tipo de actividades que se pueden realizar teniendo en cuenta la identificación de las emociones de los alumnos y la nuestra como profesores para contribuir al bienestar de la clase y la motivación de los alumnos. La bibliografía me ha abierto una ventana. ¡Gracias!
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